sábado, 10 de mayo de 2008

Como detectar un espejo como los de las salas de interrogatorio

Hace bastante tiempo que circuló una de esas leyendas urbanas que se repiten en distintas páginas, y que todavía se pueden encontrar, sobre una simple técnica para detectar la presencia de un espejo de una sola dirección, similar a los utilizados en las salas de interrogatorio. La historia venía a decir algo como:
En algunos baños, probadores o habitaciones de hotel se han dado casos en los que se han instalado espejos falsos (como los de las comisarías), a través de los cuales se nos ha estado grabando o espiando con total impunidad. ¿Como detectar la presencia de uno de estos espejos?
Coloca la punta de la uña en la superficie del espejo, si existe un pequeño espacio entre esta y el espejo se trata de un espejo normal, pero si la uña y su reflejo pueden tocarse, se trata de un espejo unidireccional.
La técnica descrita es realmente útil, pero como explican en Two Way Mirror Warning, de lo único que realmente te aseguras es de que estas frente a un espejo de "primera superficie", un tipo de espejo en el que el material reflectante se encuentra en la cara de delante, en lugar de los más comunes de "segunda superficie" en los que este material se encuentra en la cara posterior. En Espejito, espejito... se explica bastante bién como está construido y como funciona un espejo.

Los espejos de una sola dirección tienen la peculiaridad de que la capa reflectante no es perfecta, deja pasar parte de la luz, y al iluminar uno de los lados más intensamente que el otro, como sucede en las salas de interrogatorio, se consigue el efecto de poder ver en una dirección mientras que en la otra no.

En Los espejos de las comisarías tenemos muy bién explicado el funcionamiento de estos espejos:
... la sala del sospechoso está muy iluminada, mientras que la sala de los policías está a oscuras o poco iluminada. El sospechoso observa que el espejo le devuelve el 90% de la luz de su propia sala, y el 10% de la luz de la sala de los policías. Pongamos que la intensidad de la sala es de 100 unidades luminosas y la intensidad de la sala de los polis es de 10 unidades. Desde el espejo llegarán a los ojos del interrogado 90 unidades de luz de su propia sala (el 90% de 100, que refleja el espejo) y sólo 1 de la sala de los polis (el 10% de 10, que deja pasar el espejo). Claramente, el sospechoso sólo ve un espejo, pues sólo el 1,1% de la luz que le llega desde el espejo proviene del otro lado. Los polis, en este ejemplo, ven en el espejo el reflejo del 90% de la luz su propia sala (o sea, 9 unidades), y el 10% de la luz de la sala del sospechoso (o sea, 10 unidades). Los polis ven casi con la misma intensidad su reflejo y la sala del sospechoso...
En el caso de que seamos lo suficientemente desconfiados, como podemos entonces detectar la presencia de este tipo de espejos. Dejando a un lado la posibilidad de romperlo, se puede golpear ligeramente, un espejo de estas características, al no tener una pared detrás, nos devolvería un peculiar sonido hueco. Otra técnica consistiría en atenuar la diferencia de luz entre las dos salas, bien apagando la luz en el lado donde nos encontramos, o bien acercando los ojos al espejo y cubriéndonos con las dos manos para conseguir el mismo efecto, de las dos maneras deberíamos ver lo que se encuentra del otro lado del espejo.

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